Sitio paleontológico, Rincón Colorado. Foto: Mauricio Marat, INAH.

 

*** En el recorrido se aprecian 43 ejemplares originales, más lotes y cinco réplicas de fósiles que incluyen invertebrados, mamíferos y polen

 

*** Los tamaños van de dos micras hasta dos metros, sus temporalidades abarcan del Pleistoceno Tardío y algunos ejemplares de las eras Paleozoica y Mesozoica

 

Déjate seducir por los rastros de lo que un día fue un mamut, un trilobite o una planta, pruebas tangibles de aquellos habitantes en apariencia ajenos a nosotros, y cerrar así, la brecha de la incomprensión actual hacia la vida en nuestro mundo.

 

Es el llamado del Consejo de Paleontología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Museo Nacional de las Culturas del Mundo para visitar la exposición El INAH y la paleontología mexicana que abrió al público esta mañana en la antigua Sala de Monolitos de dicho recinto museológico, con la premisa de invitar a la sociedad a sumarse a la preservación y protección de las evidencias fósiles, que hoy son patrimonio nacional, en el marco de los 80 años de la institución.

 

El montaje aborda la relación entre la diversidad biológica del pasado y sus interacciones con las poblaciones humanas, por ser un tema principal del desarrollo de la paleontología en el INAH, así como los impulsores de esta disciplina, los avances que el INAH ha tenido desde sus inicios en la preservación, protección y difusión de estas evidencias, y en la construcción de un marco jurídico para la protección de los fósiles.

 

La muestra da cuenta de la agitada actividad del trabajo de campo y, con argumentos simples, del lado real de lo que implica la paleontología, una disciplina comúnmente relacionada con ideas fantásticas sobre animales de grandes dimensiones como el mamut o los dinosaurios; la realidad es que la paleontología en nuestro país, es una disciplina que las personas aún desconocen.

 

Se piensa que los paleontólogos desentierran huesos que los ayudan a saber sobre otras especies de dinosaurios o que buscan el procedimiento para darles vida de nuevo, pero los rastros destacan otros numerosos ejemplares: plantas, huevos y huellas de diversos tamaños, desde organismos unicelulares, así como partes de un organismo pequeño (dientes, huesos), hasta aquellos de gran tamaño. En conjunto, las diferentes evidencias permiten conocer las condiciones climáticas y ambientales en las que habitaron y evolucionaron.

 

Así lo explican los curadores de la exhibición, Eduardo Corona Martínez, Joaquín Arroyo Cabrales, Felisa Aguilar Arellano y Norma Lara Barajas, del Consejo de Paleontología.

 

El recorrido por la exposición está concebido en forma de “U”, no cronológico. La intención es que el visitante la aborde sin principio ni fin, y que por el lugar que decida comenzar encuentre sentido y logre adquirir información de manera amena. Bajo esta idea, consta de tres ejes informativos que convergen en la importancia de la paleontología actual: El INAH, La investigación paleontológica en el INAH hoy y Mosaico.

 

En el recorrido se aprecian 43 ejemplares originales, más lotes y cinco réplicas; se incluyeron invertebrados, mamíferos y polen; los tamaños van de dos micras hasta dos metros; sus temporalidades abarcan del Pleistoceno Tardío, entre 30 y 12 mil años antes del presente, y algunos ejemplares de las eras Paleozoica y Mesozoica. Asimismo, se diseñaron infografías y se colocaron fotografías del sitio de Chazumba, Oaxaca, y de un microscopio electrónico.

 

El INAH

 

Este espacio presenta dos infografías: la primera corresponde al marco jurídico referente a la investigación, protección, conservación y difusión del patrimonio paleontológico, destacando la relación Sociedad-INAH para la localización de fósiles y yacimientos, así como su resguardo, pues es gracias a la denuncia ciudadana que en cuantiosas ocasiones se descubren zonas ricas en restos fósiles, Chazumba, Oaxaca; Amealco, Querétaro; y Punta Maldonado, Guerrero, son ejemplos.

 

Otros casos destacables de trabajo con la comunidad han sido, en el ejido Porvenir de Jalpa, en General Cepeda, Coahuila, donde pobladores solicitaron asesoría sobre los derechos y obligaciones que tenían sobre un área con huellas de dinosaurio. Actualmente se trabaja con la comunidad para destacar la importancia de la conservación y protección de más de 200 improntas; y el segundo, gracias al reporte de la comunidad, en el ejido de Guadalupe, también en General Cepeda, Coahuila, se realizó la recuperación de una cola articulada de un dinosaurio pico de pato, la única en su tipo en México.

 

La segunda infografía está dedicada a Rincón Colorado, primera zona paleontológica abierta al público en México gracias a la participación de los tres niveles de gobierno y la comunidad; concebida como eje para la educación sobre el patrimonio paleontológico.

 

La investigación paleontológica en el INAH hoy

 

En el área central se encuentra el tema “Interacciones humano-ambiente”, partiendo de la diversidad biológica presente en los fósiles, su tamaño (micro y macro) y de la relación de estos con de la presencia humana temprana, a partir de ejemplares de cráneos y evidencia de actividad a través del hueso modificado.

 

En este espacio se recrea la excavación en Chazumba, Oaxaca, uno de los sitios que se descubrió por la denuncia ciudadana y que parecía un hallazgo aislado pero que en el presente se sabe que es una zona diversa en cuanto a cantidad y organismos presentes, y con posible interacción con los primeros pobladores. Destaca la exhibición de las defensas de gonfoterio hallado en el lugar.

 

Mosaico

 

Presenta información precisa y concisa sobre la diversidad de distintas eras del pasado, acompañada de ilustraciones y destaca su conexión con el presente. Finaliza con un texto que remite a la conclusión y reflexión sobre la paleontología.

 

Los curadores explican que las primeras investigaciones paleontológicas en el INAH estuvieron vinculadas con la búsqueda del hombre prehistórico. En la actualidad, también se ejerce un papel normativo para la recuperación, el estudio y la protección de bienes paleontológicos, sin olvidar la vinculación con la sociedad.

 

Entre los acontecimientos que marcaron el desarrollo de la disciplina al interior del instituto, mencionan el descubrimiento de implementos de época prehistórica en asociación con restos articulados de mamut en Santa Isabel Iztapan, por Luis Aveleyra (1952); los análisis de Manuel Maldonado Koerdell (1956), en restos de fauna y lítica del Cuaternario y el poblamiento de México, localizados en la Cueva de la Candelaria, Coahuila; la creación de los laboratorios de paleozoología (1963), espacio en el que Ticul Álvarez Solórzano se empeñó en la identificación de los restos y creación de colecciones de comparación.

 

En 1964, José Luis Lorenzo Bautista impulsó las investigaciones arqueológicas para el estudio del Cuaternario, ejemplo de ello, las excavaciones en Tlapacoya, Estado de México, y Rancho La Amapola, en El Cedral, San Luis Potosí; el 27 de marzo de 2017, el INAH crea el Consejo de Paleontología, como órgano colegiado de carácter consultivo para asesorar a la Dirección General del instituto, en materia de investigación, conservación, protección, difusión y manejo de vestigios y restos paleontológicos en territorio nacional.

 

Respecto a los hallazgos relevantes, estos han sido, entre otros, los restos de al menos dos individuos de un gonfoterio del Mioceno, es el esqueleto más completo de Gomphotherium productum conocido (poblado de Landa de Matamoros, Querétaro); los restos de al menos cinco individuos de mamut (Mammuthus columbi) con una posible asociación humana y con al menos 11,200 años de antigüedad (Tocuila, Estado de México); los restos de un gonfoterio Stegomastodon sp, el más completo conocido en América (Lago de Chapala, Jal.).

 

Los restos fósiles del Pleistoceno Final (10,000 a 20,000 años) en el poblado de Hihuitlan, Michoacán; relevantes porque se agregó una especie y un orden de mamíferos no conocida para México, el notoungulado Mixotoxodon sp, y el hallazgo de la cola de ballena barbada en Punta Maldonado, Guerrero.