Museo Regional de Puebla estrena Sala de Paleontología dedicada a la Era de Hielo. Foto: Melitón Tapia, INAH.

 

*** Totalmente renovada, exhibe 10 piezas fósiles originales de los acervos del Centro INAH y un préstamo de la localidad de Santiago Tenango, Felipe Ángeles

 

*** Fósiles de gliptodonte, mamut, bisonte, pecarí y perezoso gigante dan cuenta de la importancia paleontológica de la región poblana de Valsequillo

 

En el marco de los festejos por los 80 años del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Museo Regional de Puebla abrió al público esta mañana su sala permanente de Paleontología, totalmente renovada, en la que por primera vez exhibe 10 piezas fósiles originales de la Era de Hielo para conocimiento y disfrute de sus visitantes.

 

La ceremonia de apertura estuvo encabezada por la subsecretaria de Cultura del Estado de Puebla, Monserrat Galí Boadella; el director del Instituto Municipal de Arte y Cultura, Miguel Ángel Andrade Torres; la presidenta del Consejo de Paleontología del INAH, Felisa Aguilar Arellano, y la directora del Museo Regional de Puebla, Claudia Reyes Flores.

 

Monserrat Galí Boadella, en representación del gobernador interino de Puebla, Guillermo Pacheco Pulido, recordó que la Subsecretaría atraviesa un momento de transición para integrarse como Secretaría, en la que ya se contempla un área de Patrimonio, de carácter fundamental; asimismo destacó la riqueza paleontológica para Puebla.

 

En tanto, Miguel Ángel Andrade Torres dijo que para el Instituto Municipal de Cultura es un gusto colaborar con una dependencia de calibre nacional encargada de resguardar el patrimonio cultural del país, con la que seguirá llevando a cabo actividades conjuntas; la sala que ahora inaugura ensancha los horizontes culturales e históricos de la ciudad, señaló.

 

Felisa Aguilar recordó que fue en 1986, con la modificación a la Ley Federal de Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos que el INAH asume la custodia del patrimonio paleontológico; a partir de entonces se generan estrategias para su investigación, protección, conservación y difusión y se crea el Consejo como órgano consultivo de la Dirección General, que da herramientas regulatorias. “Ahora es un gusto que a través de la red de museos del INAH, podamos contar con un espacio que difunda el trabajo del instituto a favor de este patrimonio”.

 

La arquitecta Claudia Reyes Flores dijo que la nueva sala permanente de Paleontología es una muestra de los hallazgos que en la materia hubo en la región de Valsequillo, y que de manera inédita estará en exhibición permanente. Asimismo, destacó que este nuevo espacio es resultado de la primera fase del proyecto de reestructuración museológica y museográfica del Museo Regional de Puebla, en la que también se renovó mobiliario museográfico, espacios de servicios al público y el área de restauración de acervos, y se implementó la nueva sala de proyecciones. Con este proyecto de reestructuración el museo celebra los 80 años de vida del INAH.

 

Siguiendo la vocación del museo, donde se abordan las culturas que se desarrollaron en el estado y su historia, el guión de la nueva sala se enfoca en la relación del ser humano con los organismos fósiles, en especial la megafauna con la que debieron convivir los primeros grupos humanos que poblaron el centro de México, explica su curador, el paleontólogo Iván Alarcón Durán.

 

Hace aproximadamente 10,000 años, el ser humano ya habitaba en la parte central de México, donde seguramente se encontró con camellos, caballos, bisontes, mamutes: los grandes mamíferos del Pleistoceno o Edad de Hielo; miles de años antes de que las culturas y los pueblos se formarán. El Pleistoceno es la época que inicia con la era del Cuaternario, va desde hace 2.5 millones de años hasta hace 10,000 años. Durante este periodo los grandes mamíferos dominaron la Tierra.

 

La llegada del ser humano a tierras poblanas y su encuentro con varias especies en un reservorio de agua, es justo el escenario que se buscó recrear en la sala; fauna que pudo servir de alimento, materia prima para hacer herramientas, vestimenta o de las que debía protegerse el humano. La curaduría explica que algunos grupos de personas entraron por el extremo noreste del continente. Además de buscar nuevas tierras seguían los rastros de animales que también cruzaron por Beringia, un puente de tierra que en la última glaciación unió Alaska con Siberia. El viaje continuó al sur hasta llegar a la parte central de México.

 

En la nueva sala, el caparazón casi completo de un gliptodonte (Glyptotherium cylindricum), junto con un fragmento de otro caparazón de la misma fauna; la mandíbula y un molar aislado de mamut de Columbia (Mammuthus columbi); la pelvis de un perezoso gigante (Nothrotheriops shastensis); fragmentos de dos cráneos de bisonte ancestral (Bison antiquus), ambos con sus astas; una mandíbula de pecarí (Platygonus cpmpressus) y dos fragmentos de cornamentas de berrendo (Stockoceros conklingi) pleistocénicos, esperan al público dispersos, como pudieron estar en su medio natural, acompañados de cédulas informativas con su nombre científico, referencias de procedencia y la explicación de la parte anatómica que se aprecia.

 

Los 10 fósiles son originales. El caparazón de gliptodonte fue prestado al INAH por la localidad de Santiago Tenango, municipio General Felipe Ángeles, donde se descubrió y a donde regresará luego de un tiempo. Las otras nueve piezas son acervo paleontológico del Centro INAH Puebla, la mayoría pertenece a la Colección “Juan Armenta Camacho”, alusiva al reconocido investigador de la AUAP que enfocó sus estudios a la prehistoria, y entre los años 1963 y 1964 reunió un amplio e importante repertorio de fósiles. Alrededor de dos mil 200 piezas fueron recuperadas por el INAH y de ellas, ahora se exhiben siete.

 

Iván Alarcón explica que la nueva sala da a conocer la importancia de la región de Valsequillo para la paleontología mundial, pues en sus alrededores de antiguos suelos de humedales, desde la década de 1960 se han realizado importantes hallazgos de megafauna, con un registro de cerca de 17 especies de animales. Desde carnívoros, como el lobo pleistocénico o el tigre dientes de sable, hasta los grandes proboscídeos de alimentación herbívora: mamut, gonfoterio y mastodonte, lo que lo coloca como un espacio de gran diversidad biológica.

 

Gran parte de los ejemplares fósiles que se presentan en la nueva sala provienen de Valsequillo; su representatividad también se puede apreciar en un póster de gran formato que reproduce en escala 1 a 1, el 50 por ciento de especies halladas dentro de esa área que hoy circunda a la presa Manuel Ávila Camacho. Las ilustraciones del póster son del artista plástico Sergio de la Rosa y permiten que el público dimensione el tamaño real de la fauna extinta.

 

Asimismo, la museografía incluye dos grandes mapas: uno de ellos muestra la riqueza paleontológica de Puebla, municipio por municipio, y el otro, la cantidad de especies registradas en Valsequillo.

 

El curador concluye que en el estado de Puebla hay una gran cantidad de evidencia fósil no sólo del Pleistoceno, los yacimientos más antiguos registrados datan de hace 120 millones de años, durante el Cretácico. El INAH ha registrado alrededor de 20 yacimientos de diversas temporalidades.

 

El Museo Regional de Puebla está ubicado en la Zona Histórica de los Fuertes (Ejércitos de Oriente s/n. Unidad Cívica 5 de Mayo, Puebla, Puebla).